Ajedrez vs. hockey hierba

“La jugada está ahí, pero necesitas verla”. (Horowitz 1971)

Imagínate un tablero de cien por cuarenta y cinco metros, donde caben 16 personas fichas por entrenador y quedan por delante 70 minutos para acabar la partida de hockey hierba ajedrez. El partido empieza antes de que ambos equipos se encuentren, en la cabeza de todos los jugadores y miembros del staff: la preparación táctica previa, el entrenamiento de cada posible jugada, la previsión de posibles ataques y defensas…

Hockey hierba vs. ajedrez

Comienza el juego, sacan las blancas. Es el momento de más igualdad, las posibilidades de victoria son exactamente iguales para ambos equipos. Las fichas están colocadas en su posición, cada movimiento que realicen condiciona el posterior. Ahora imagina que cada pieza es ordenada por su rol dentro del tablero:

  • Los peones son jugadores capaces de sacrificarse en cualquier momento por el objetivo del grupo. Trabajadores incansables, son la primera línea de presión. Están en cada momento del juego. Quizá no marquen la diferencia, pero serán vitales hasta el último segundo.
  • En las esquinas del juego, las torres. Un muro defensivo de largo recorrido. Jugadores sólidos, férreos en defensa y capaces de atacar si la ocasión lo merece. El rey es consciente de que su vida, la victoria, depende de mantenerlas hasta el final de encuentro.
  • Entre líneas, los alfiles esperan su momento para aparecer, quizás rezagados entre algún peón. El entrenador contrario sabe que dejar de visualizarlos puede ser un error fatal. Son jugadores que cubren la espalda de los compañeros, siempre comunicativos y atentos a cerrar las líneas de presión de los peones.
  • Desde atrás llegan los jugadores especiales, esos que son diferentes al resto por sus movimientos peculiares. Son los caballos, esos que miran a la vez hacia la izquierda, la derecha, saltan adelante o quizás hacia atrás. Están en estado constante de alerta, realizando un buen presscanning que le permitan salir airosos del combate.
  • La ficha decisiva, el rey, protegido por las demás fichas mientras él defiende todo el arco. A quien debemos atacar o defender, habitualmente está en su área, su zona de confort. Con movimientos cortos, pero claves. Derribarlo es a lo que aspiramos en cada movimiento, el leimotiv del trabajo de cada jugador y por lo que cada ficha se sacrificará.
  • Aunque no hay rey sin su reina. Es la pieza clave del partido, todo el mundo le pasará la bola cuando las cosas suban de tono. El faro del equipo, tanto dentro como fuera del campo. El equipo rival sabe que todo es más fácil si consigue eliminarla.

En hockey hierba, las jugadas preparadas pueden no llegar a salir y es necesario adaptarse para reaccionar a tiempo. Al igual que en el ajedrez, no importa si eres torre, caballo o alfil. Si eres reina o rey. Las fichas van cayendo y no siempre de la misma manera. Porque recuerda que hasta el más insignificante peón, llegado el momento, puede convertirse en reina.